No tengo nada que decir, no tengo nada que entender.
Dejemos la coherencia congelada entre suspiros y
arranquémonos la culpa (no sin antes saborearla). Muérdete las uñas, golpea la
pared, rompe el espejo. Eso somos; añicos.
Gajos que quieren ser fruto y terminan
siendo semillas.
Trizas, pizcas, fragmentos.
Eres yo si no quieres serlo. El que tiene miedo al cielo,
terminará volando; viviendo sueño ajeno. Antónimos de sinónimos oníricos.
Miedo a la muerte sólo por ser parte de la vida.
Miedo a decir, sólo por no tener nada que entender.
No hay comentarios:
Publicar un comentario